Emigrante Veracruzano

Espacio abierto al diálogo entre las veracruzanas y veracruzanos que viven en otro Estado de la República, en otro país o en una ciudad que no es su lugar de origen dentro del mismo Estado de Veracruz. Espacio igualmente abierto para los familiares que esperan el regreso de los que emigraron y académicos estudiosos del fenónemo de la migración entre los veracruzanos.

miércoles, noviembre 29, 2006

Ceviche en Suecia

Y ahí está otra vez Lorena, viajando sin salir de casa. Compartiendo sus estrategias para volar. Esta vez, me ha hecho recordar muchos días junto a la playa, debajo de una palapa, hundiendo los pies en la arena fresca, escuchando las olas del mar. Días de playa comiendo "vuelve a la vida" o ceviche; días de playa viendo pasar a los comerciantes de Volovanes... (o como se escriba... cada vendedor lo escribe diferente en su canasta...). Días de playa con mi papá, con mi mamá, con mis primos, con mis hermanos. Me ha hecho recordar el crujir de las galletas saladas (saladitas santos o ritz), el sabor del pezcadito bañado en limón, el gusto del cilantro y la cebolla... y otra vez el crujir de las galletas o las tostadas... y el mar... las olas del mar.

Y me imagino a Lorena preparando ceviche, en la cálida cocina de su departamento... mientras al otro lado de las ventanas empañadas... el frío y húmedo invierno sueco se hace presente en forma de lluvia o nieve... Me imagino a Lorena, mezclando los ingredientes en la fuente, probando un poquito para ver si las proporciones son las correctas, saboreando el gusto del ceviche seguido de un suspiro profundo... combinado con un “mmm que rico”.

Lorena dice: “A mi personalmente me encanta el ceviche de coatzacoalcos, pero en el DF hay unos puestecitos callejeros que lo preparan delicioso!”

Si quieren la receta para preparar ceviche en Suecia... en Europa... fuera de México... o en cualquier parte de México... visiten www.rincon-lorena.blogspot.com


martes, noviembre 28, 2006

Cuestión de color

Viajé a Addis Abeba, Etiopía, desde Estocolmo, Suecia. Llegué para grabar un documental. Por primera vez en mi vida, al transitar las calles de la capital etíope, fui conciente de la relevancia que puede tener el color de la piel que llevamos encima. Nunca me había sentido tan “blanco”, tan rico, tan poderoso... tan incómodo. Caminaba como un punto blanco en un mar de rostros negros. Se me acercaban muchos niños pidiéndome dinero. Mientras caminaba, muchos ojos me contemplaban. Lo que más llegó a incomodarme, fue que más de una vez, en los transportes colectivos, algunas personas se levantaba de su asiento y me lo ofrecían... sólo por ser blanco. Eso me hizo pensar en las historias del racismo cotidiano en México, en Veracruz, en Xalapa. Pensé en la discriminación que sufren los morenos, en las expresiones peyorativas como “prietos”, “indios”, “negros” para referirse a la gente de tez morena. Me puse a pensar ¿Qué beneficios me ha traído el ser de piel clara en México? ¿Cómo hubiera sido mi vida si mi piel fuera más oscura? ¿Qué posiciones ocupan las personas morenas en la sociedad mexicana? ¿Es casualidad que la mayoría de las personas poderosas que aparecen en la televisión mexicana tengan la piel clara? ¿De qué color son los que menos tienen? ¿De qué color son los que más tienen?



sábado, noviembre 25, 2006

Un veracruzano en Chicago

¿Quién conoce a Raúl Ross?

Es común que se hable poco o casi nada de la vida de los líderes comunitarios e incluso en limitadas ocasiones conocemos de dónde son, cómo llegaron acá o bien cuál es su sentir sobre la vida en este país. La Raza conversó con Raúl Ross, quien con sencillez y humor compartió algunos detalles de su vida que no conocíamos.

“Yo llegué a EE.UU. en 1986, crucé la frontera por el Río Nueces, localizado entre los Estados de Coahuila y Tamaulipas. Nací en la región del Pánuco, Veracruz, pero mi vida ha transitado por varios Estados de la República Mexicana”, cuenta. Añade que residió en lugares como Monterrey, Tamaulipas, Guanajuato y el mismo Distrito Federal antes de decidir venir a este país, donde se ganaba la vida desarrollando diversos trabajos manuales y siempre involucrado en el activismo social. “Participé en varios movimientos donde aprendí las bases del activismo político. Tuve la oportunidad de trabajar con algunos líderes que hoy día son famosos” revela.

La conversación sigue en el restaurante favorito del veracruzano, localizado en la calle 26 y Pulaski. “Como muchos inmigrantes cuando llegué a Chicago experimenté limitaciones. Es más, es paradójico que en esta charla estemos sentados aquí, en uno de los restaurantes que siempre veía cuando me iba a trabajar y al cual no podía entrar por mis escasos recursos económicos”. Sin embargo recuerda con alegría aquellos momentos. “Uno de mis primeros trabajos fue en una imprenta. Sin saberlo, estaba adquiriendo conocimientos que me serían útiles en mi labor editorial”. “Luego vinieron otros trabajos como el de asesor en una compañía de bienes raíces, articulista, columnista del Chicago Tribune, redactor, hasta llegar a ser director de una publicación que se especializa en temas migratorios”.

La nota completa en:


Que descongelarán algún futuro

Es conveniente de vez en cuando ser conscientes
de que hoy, de que ahora estamos fabricando las nostalgias
que descongelarán algún futuro” Mario Benedetti

Una semana después de haber llegado a Östersund, Anna y no nos mudamos al departamento de Magnus, su hermano; aprovechando que estaría fuera de la ciudad unos diez días. Anna tenía entonces veintiún años y Magnus era dos años menor que ella. De entrada me llamó la atención que siendo tan joven viviera por su cuenta, pero luego comprendí que eso era posible debido al buen nivel del salario mínimo en Suecia. Como ejemplo tenía a Magnus, que no terminó la prepa y se fue a vivir solo desde los diecisiete años; que trabajaba haciendo un poco de todo: lavando platos en restaurantes, limpiando oficinas, pintando casas.

Y el de Magnus no era un caso raro, pues en Suecia, la mayoría de los jóvenes dejan las casas de sus padres cuando tienen entre 18 y 21 años. Anna también, al terminar la prepa, consiguió trabajó como obrera en una fábrica y al cobrar su primer sueldo se mudó sola a un departamento. Entonces tenía veinte años y cumplió veintiuno trabajando en la misma fábrica. Luego, buscando un cambio en su vida y un poco de aventura, decidió renunciar e irse a Irlanda para trabajar en un restaurante y un hotel.


Anna en el departamento de Magnus

Desde que Anna y yo nos conocimos en nuestro paraíso irlandés, no habíamos vivido solos, siempre habíamos estado rodeados por sus amigos y luego por sus padres; así que el pasar unos días solos nos vino muy bien. El departamento de Magnus estaba muy cerca del centro, en una zona tranquila frente a un parque. Era pequeño pero bonito; estaba en el tercer piso de un edificio de cuatro plantas. El suelo era de madera y la estancia tenía una ventana amplia por la que entraba mucha luz. Tenía incluso un balconcito, pero era casi imposible disfrutarlo. Aunque era el mes de agosto, estando tan al norte del mapa, la temperatura media no rebasaba los quince grados Celsius.

Pero la situación geográfica de Östersund no solamente brindaba temperaturas bajas, también ofrecía el fascinante espectáculo de recibir luz solar las veinticuatro horas del día. Me parecía algo muy loco poder leer a la una de la madrugada sin necesitar de una lámpara, valiéndome solamente de los rayos del sol. Recuerdo que hasta me resultó difícil conciliar el sueño las primeras noches, pues aunque al bajar las persianas “caía la noche”, mi cerebro era conciente del engaño y se resistía al descanso. Lo bueno fue que me había llevado un libro, así durante las casi tres semanas que estuve en Suecia, amenicé los ratos de insomnio leyendo La Invención de la Soledad, de Paul Auster.

Anna y Ronja a la orilla del lago Storsjön

El libro trata sobre las reflexiones del autor a partir de la muerte de su padre y como un reflejo de la lectura, me vinieron a la mente muchas imágenes de mi papá, que afortunadamente está vivo. Recordé con cariño y nostalgia el viaje que hice a Tampico para verlo antes de irme a Madrid. La mañana calurosa en que mi papá, mi hermano y yo fuimos a caminar junto al mar; como nos maravilló que un pescador atrapara veintidós peces con su red. Recordé con detalle aquel paseo alrededor de la laguna del Chairel, con los lagartos tomando el sol, el sudor en mi frente, las moscas zumbando mientras nosotros platicábamos.


sábado, noviembre 18, 2006

¿Por qué te vas?

Se triplicó el desempleo en este sexenio

Sexenio perdido en materia de empleo, en la administración del presidente Vicente Fox Quesada el universo de mexicanos en situación de "desocupación total" prácticamente se multiplicó por tres, en una tendencia de deterioro que no se había registrado en administraciones anteriores.

Son datos oficiales, divulgados ayer: el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) informó que la población en "desocupación total", es decir, que no logró trabajar una sola hora "pero manifestó disposición por hacerlo e hizo alguna actividad por obtenerlo" repuntó en septiembre a 1.78 millones de personas, 258 mil más que las registradas en el primer trimestre de este año.

Adicionalmente, el organismo reportó que la población "subocupada" alcanzó un universo de 3.5 millones de personas, 476 mil más que hace un año, mientras que otros 11 millones de mexicanos en edad y condición de trabajar se desempeña en actividades de la economía informal.

De esta manera, las cifras oficiales divulgadas ayer revelaron que 14 millones 900 mil mexicanos, que representan 33.55 por ciento de la población económicamente activa (PEA), sobreviven "subocupados" o definitivamente en la economía informal, es decir, sin acceso a una retribución mínima garantizada ni a las instituciones de protección social.

La nota completa en:
www.jornada.unam.mx/2006/11/18/index.php?section=economia&article=021n1eco


Tocando puertas

Buscamos opciones. Tocamos puertas. Andamos caminos. Perseguimos un ideal; tomamos lo que aparece. Hay puertas grandes y puertas pequeñas, puertas delanteras y puertas traseras. Todos queremos entrar por la puerta grande, pero suele no haber espacio para todos. Con esa certeza buscamos, trabajamos, nos esmeramos, tocamos puertas. Pero hay mucha gente y pocas puertas. Todos sabemos que somos muchos los invitados a la fiesta pero, atenidos a que el que parte y comparte se afana la mayor parte... Sálvese quien pueda. Si del pastel te toca rebanada chica... "ajo y agua" como dicen en España... (A joderse y aguantarse)... y a seguir andando caminos, buscando opciones, esmerándose; a seguir tocando puertas.


El primer desengaño

¿Que México no es tercermundista?

Cuando terminé mis estudios universitarios en Xalapa comencé a buscar opciones académicas en el extranjero. Después de navegar por las universidades de medio mundo, encontré un programa de maestría interesantísimo. Lo impartía la Universidad de Bergen, Noruega; la matería: Escritura de Guión Cinematográfico. El programa estaba dirigido a estudiantes de países del denominado tercer mundo. Según yo, mi perfil reunía todos los requisitos. Envié mi currículum y les resultó interesante, el único problema fue que México no figuraba en la lista de países tercermundistas de la Universidad. Para mí fue un shock pues estaba convencido de que México se ubicaba dentro de la categoría de países pobres, tercermundistas, jodidos, pues. Yo tenía frescas en la memoria cifras acerca de índices de pobreza y marginación; pero en la elaboración de la lista de países candidatos, la Universidad de Bergen tomaba en cuenta datos de la Organización Mundial de Comercio y del Banco Mundial... y según esos datos México era un país rico, en vías de desarrollo, un país con una economía dinámica y fuerte...

La realidad que yo tenía a mi alcance era distinta. Yo no me sentía viviendo en un país rico, con una economía dinámica y fuerte... por lo menos no percibía en la vida cotidiana los efectos que una economía en crecimiento supone. Ante el rechazo de mi solicitud para conseguir una beca, hundido en la impotencia, me preguntaba: “¿Que México no es tercermundista?” Y encabronado me contestaba: “Chingao, deberían venir a vivir acá para darse cuenta de que están equivocados. México está bien jodido... si no, no habría tanta gente queriendo irse de acá buscando algo mejor...”.

Viendo como se esfumaban mis sueños de cursar ese master en Bergen trataba de encontrarle una explicación a que México no estuviera en la lista de países jodidos, dignos de ayuda: “Seguramente al hacer la lista se olvidaron de tomar en cuenta los efectos del “error” de diciembre de 1994; no, más bien debe ser que las cifras son correctas, que la economía mexicana ciertamente está de poca madre, pero sus frutos no se reparten justamente entre todo el personal que trabaja para que esos frutos existan.”

Entonces nada me consolaba y anduve apachurrado varios días... carajo, con la ilusión que me había hecho emigrar a Noruega y cursar ese master en Escritura de Guión Cinematográfico... con las películas que me había montado en la cabeza... pero bueno, no había nada que yo pudiera hacer para cambiar las cosas... Las cifras determinaban que México no era un país jodido y yo tenía que apechugar, como muchos otros, medio agobiado, tratando de encontrar mejores opciones profesionales...


viernes, noviembre 17, 2006

El camino a casa, siempre es el más corto


Son la 1:30 de la mañana, sábado ya.

Este lugar parece que ya lo conocía. Barcos, grúas, un viejo faro que ya no ilumina pero que recuerda que funcionó. Edificios afrancesados y taxis recorriendo las calles buscando a quien llevar.

En el muelle principal, las luces son interminables, carga llega y se va, exportando autos y diverso cargamento para Europa y Estados Unidos… importando de todo…

El aire es cálido a pesar de la hora, edificios altos con luces parpadeantes, la torre de PEMEX recién remodelada, hermosa, imponente, mas blanca que nunca.

Un ligero viento melancólico, una araucaria harta de calor, un emplomado de Zeus poniendo orden en el mar, una palmera vacilante y mis ganas de que no termine la noche.

La fiesta terminó, la inauguración de la sucursal de una empresa principalmente poblana y potosina, todos diciendo que para cuerpos los de las jarochas y es que mis paisanas… simplemente son hermosas.

Una vez al mes regreso a trabajar y el puerto siempre esta dispuesto a coquetear mi regreso. Yo estoy seguro que ya conocía este lugar. Un helado de los güeros y un son jarocho por los arcos, las noches de calor que se apagan con fiesta y con cerveza…

Ramón Zárate Moedano.


Mis primeros días junto al lago

Recuerdo que esa noche comimos salmón al horno con puré de papas y una salsa de crema ácida con caviar. Yo estaba muy relajado, muy contento, pensaba que mejor no podía ser: seguía enamorándome de Anna, de su mano conocería un poco de Suecia, podíamos amarnos hasta decir basta en una cama matrimonial, teníamos frente a nosotros un mes más sin trabajo, sin estudios, sus padres eran muy buena onda,... y la cena estaba buenísima.

Al día siguiente, Anna y yo fuimos al centro en bicicleta. El camino corría a la orilla del Gran Lago, el tercero más grande de Suecia. A mí me llamó mucho la atención que había caminos especiales para peatones y bicicletas, que se podía transitar por ellos sin peligro de encontrarse con ningún coche. También el encontrarnos con tanta gente usando esos caminos; andando en bicicleta, corriendo, caminando. Llegamos al centro y estacionamos nuestras bicicletas en la zona especialmente habilitada para estacionar bicicletas. El sol brillaba, sin embargo era necesario traer puesto un suéter y una chamarra ligeros.

Algo que desde Madrid me había llamado la atención, era la poca presencia policíaca en las calles. Acostumbrado a México, donde hay montones policías por doquier; el hecho de no ver policías ni siquiera afuera de los bancos era algo novedoso y muy agradable. Entonces pensé que en México, en lugar de ver cómo ponemos más policías en las calles, deberíamos de ver cómo reducimos la necesidad de tener policías.

Hice una ecuación simple y me pareció encontrar la solución: para que haya menos policías, debería haber menos criminalidad y para que haya menos criminalidad, debería haber mejores condiciones de vida para todos los miembros de la sociedad. Todo ese día y muchos de los siguientes, me los pasé pensando en las diferencias tan grandes que encontraba entre la vida en Östersund y Xalapa. Disfruté mucho la oportunidad de conocer el país de Anna; de conocer mejor México al contrastarlo con Suecia.


domingo, noviembre 12, 2006

¿Tipicamente mexicana?

Carne polaca en Suecia

Hace varios días que vengo acumulando ganas de presentarles El rincón de Lorena, un blog hecho en Suecia por una chava de Coatzacoalcos. Yo quería hacerles una invitación irresistible para que lo visitaran, pero ninguna de mis ideas terminaba por convencerme. Hoy encontré dentro del blog esa imagen irresistible que estaba buscando: una cacerola de carne polaca.

Dándonos la receta para prepar carne polaca, Lorena abre una pregunta interesante: ¿Qué es típicamente mexicano? Lorena duda que el platillo exista en todos los Estados de la República, a pesar de ello, asegura que es típicamente mexicano: "Este platillo lo aprendí a cocinar en Tabasco, no estoy segura si en el DF u otros estados de la república también lo preparan, pero es típicamente mexicano."

Según se, por ejemplo en Nuevo León no existe la carne polaca tal cual; en el DF tampoco. Yo siempre pensé que la carne polaca era típicamente xalapeña... veracruzana... pero si Lorena aprendió la receta en Tabasco... ¿era de veracruz la persona que le pasó la receta? ¿se consume en Tabasco tanta carne polaca como en Xalapa, en Veracruz? ¿En qué piensan cuando digo carne polaca?

Yo me veo en un recreo de la secundaria, en la Federal 6 de Xalapa, comiéndome unos tacos de carne polaca en la cafetería... también veo un pambazo de carne polaca... oh... me veo en una madrugada etí
lica, pidiéndole al Pollo, en la esquina del mercado de Los Sauces: "uno de milanesa, uno de carne polaca y uno de bistec encebollado". Entonces... ¿de dónde es la carne polaca? ¿por qué se llama polaca? ¿se la debemos a los inmigrantes polacos de Xalapa?

Bueno ya está, los invito a que se den un rol por El rincón de Lorena, una emigrante veracruzana que ha vivido en España y ahora hace su vida en el sur de Suecia. Ahí tienen la dirección:
www.rincon-lorena.blogspot.com


lunes, noviembre 06, 2006

No alcanza pa' na'

El poder adquisitivo del salario mínimo
cayó 22 por ciento en el sexenio de Fox

En México más de 30 millones de trabajadores perciben menos de un salario mínimo, por lo que uno de cada tres obreros gana por debajo de 48 pesos al día, apenas 4 dólares por ocho horas de trabajo, por lo que este país se encuentra entre los que más drásticamente han visto reducirse las remuneraciones salariales de toda América Latina.

Es de tal grado la erosión de los salarios en el país que la propia Organización Internacional del Trabajo (OIT) apunta que el sueldo por hora de un trabajador manufacturero equivale en México a 1.50 dólares en promedio; 11 veces por debajo de lo que gana el mismo obrero en Estados Unidos, o cinco veces menos que en Sudcorea; casi 300 por ciento inferior a los salarios industriales en Brasil y 100 por ciento menos que los que reciben los obreros argentinos.

Un análisis sobre el salario mínimo en México, elaborado por el Sindicato Independiente de Trabajadores de la Universidad Autónoma Metropolitana (SITUAM), el Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM) de la Facultad de Economía de la UNAM, y el Centro de Investigación Laboral (Cilas), señala lo anterior, y agrega que en el sexenio foxista se registró un grave retroceso salarial, ya que de 2000 a inicios de 2006 el poder adquisitivo cayó 22 por ciento en términos reales.

La nota completa en:


domingo, noviembre 05, 2006

¡Eso chingao!

Hombrada de Veracruz, con 10 jugadores remonta el marcador

Con juego aguerrido y mucha inspiración, Veracruz venció 3-2 al Guadalajara y mantuvo las esperanzas de clasificar a la liguilla, al tiempo que las Chivas complicaron su situación porque quedaron con 23 puntos y sufrieron cinco bajas.

Al jugar como locales, los Tiburones brindaron a su afición una muestra de buen futbol y determinación contra la adversidad tras la expulsión de Miguel Acosta a tres minutos del inicio. Enseguida, al minuto 15, Alberto Medina marcó el primer gol para las Chivas al definir con serenidad en un mano a mano con el portero Fabián Villaseñor.

Lejos de desanimarse, Veracruz mejoró su juego y fue capaz de reorganizarse hasta marcar el ritmo del partido, que en general mantuvo durante los 90 minutos.

Por su parte, Veracruz mostró un equipo sólido con muy buen juego general, en el cual destacaron Mancilla, Sandoval, Tressor Moreno y el portero Fabián Villaseñor, quien tuvo un mal inicio y afianzó su desempeño a lo largo del encuentro.

La nota completa en:


Sin sentido



Dando un rol por Madrid me encontré un espacio sin sentido. Era una mañana luminosa de agosto. Caminaba por el céntrico barrio de Chueca. Por esos días traía, como dicen los argentinos, un "quilombo" en la cabeza, un desmadre pues. Me cuestionaba el permanecer en Europa o el irme de regreso a México. Valoraba los pros y los contras, mientras caminaba sobre la acera donde pegaba el sol. Los comercios apenas estaban abriendo sus puertas. Alguna abuela caminaba en camisón por la calle con el periódico bajo el brazo. Yo caminaba hundido en mis pensamientos, preguntándome: ¿tiene sentido el quedarme? ¿tiene sentido quedarme para ganar más dinero? ¿tiene sentido estar lejos de la gente que quiero? ¿tiene sentido?

Al doblar en una esquina me encontré en un callejón sin salida. Salí de mis pensamientos. Sentí el aire fresco de la mañana acariciando mi cara. Escuché el rumor de los coches a lo lejos. Observé a varias personas caminando deprisa, con los cabellos húmedos, fumándose un cigarro y depronto me descubrí frente a un espacio sins entido.


jueves, noviembre 02, 2006

Viaje con Leti


Salí muy temprano de Córdoba por la carretera Córdoba-Esperanza, como podrán ver en la foto es un lugar terriblemente hermoso. Todo comenzó a las 8 de la mañana parando en una gasolineria para comprar víveres que harían falta para el largo viaje. Después de haber hecho mi recorrido de trabajo entre una comunidad llama “El mirador” (su nombre científico realmente no lo se pero esta ubicado en el merito corazón de las cumbres de maltrata) y el entronque con la carretera a Tehuacan, regresaba para Córdoba (por la misma carretera) y llegando a Orizaba en la desviación a Jalapilla me dijo mi compa que había un lugar “perfecto” para comer, ya eran las 6 de la tarde, y decidimos desviarnos y pasar a tomar algo para el calor y algo para comer.

Entramos a la pequeña ciudad y 2 o 3 cuadras a la izquierda me dice “... aquí es, párate ahí…” una calle amplia con algunas camionetas y trailers, entramos a un restaurant bar llamado “De Leti”. Había unas 5 o 6 mesas ocupadas, las meseras (solo había meseras) de minifalda verde olivo con una blusa negra un poco transparente, escogemos la mesa y nos sentamos. Se acerca una mesera preguntándonos que íbamos a querer y le hicimos saber que queríamos 2 cervezas por el momento.

Musiquita, una mesa grande donde el señor de la cabecera conocía a todas las meseras, uno que otro solitario, el señor de las semillas … buen ambiente. Decidimos que para comer queríamos unos quesitos, con cebolla en escabeche y chilito habanero, unas habas y cacahuates salados con salsa. Después de 3 o 4 cervezas ya habíamos cambiado de mesera unas 3 o 4 veces hasta que nos atendió la mesera “de los ojos bonitos”, nos platicaba, nos sonreía, nos hacia reír y mientras todo eso sucedía nos seguía vendiendo chelas… pasado el rato … por ahí de las 9 o 10 cervezas llegó al lugar LETY, una señora joven de unos 45 años que se notaba que en sus mejores épocas había sido bailarina exótica y que había decido poner un bar.

Entonces ella prendió el Karaoke y comenzó el show, ella cantaba y bien me cae que cantaba bien, algunas meseras cantaban, otras seguían vendiendo cervezas de sonrisa en sonrisa, otras llegaban, otras ya se iban y nuestra mesera seguía ahora ya hasta platicando con nosotros. Lety cantó rolitas de pesado, de intocable, de Laura León, salsa, cumbia, ranchero, banda, románticas y entre rola y rola y entre chela y chela se escuchaba “… y ahora quien será el borracho que ya se animó a cantar????...” y no faltaba el que ya se sentía Chente Fernandez y a los gritos decía que “… dices que te vas y te vas y aquí estas sentada…”, muy buen show por tan solo 12 pesos cada chela.

Después de la chela número 12 llegó el momento que temíamos, se acerca la mesera de la sonrisa bonita (claro para este momento ya aparte de los ojos .. también era la sonrisa bonita y sus teclas y toda ella) y nos dice que se tiene que ir que si por favor podíamos pagar. Pedimos la cuenta nos informa que no saben cuantas llevábamos y que si nosotros teníamos una idea, decidimos que eran 12 y que por favor trajera otras dos para terminar.

Habiendo terminado la ultima gota de las botellas y parándonos para irnos ya todas las meseras nos decían adiós y que si volveríamos pronto. Es un lugar al que tienen que ir y seguramente regresarán para volver a comer y mitigar el calor en la fiesta con Lety.

Ramón Zárate Moedano


La sorpresa de sus rostros


Estábamos de camino a Östersund. Fer, Lalo y yo. Para ellos era su primera visita a Suecia, su primera salida de México. Para entonces, yo me encontraba habituado a la forma en que el mundo funciona allá. Yo interpretaba el mundo sueco y sus palabras para mis hermanos. Ellos observaban y escuchaban. Contemplaban desde la ventanilla del tren la procesión interminable de pinos y abetos, de pueblos y ciudades, de lagos y ríos. Para mi ya no había más sorpresas através de la ventana, llevaba ya cuatro años conectado con ese mundo. Para ellos todo era nuevo, diferente a la España que habíamos dejado atrás, muy diferente a México.

Para mí, las sorpresas las ofrecían los rostros de Fer y Lalo. Y de pronto me descubría observando sus gestos de admiración, de desconfianza, de gusto, de alegría. Nunca tuve tanto tiempo, ni tantas oportunidades para observarlos; y creo que aproveché todas las que tuve durante nuestro viaje. Aún hoy, a varios meses del viaje, los observo de vez en cuando, en mi memoria, apoyándome en algunas fotografías.


Mis primeros días en Suecia

Después de siete horas de viaje llegamos a nuestro destino. Yo me sentía más cerca del fin del mundo, muy cerca de ese punto en el norte donde terminan los mapas. La madre de Anna, Eva y su perrita, Ronja, nos esperaban en la estación. Anna saludó a su mamá y yo, tan inocente y amigable, también la saludé. Le di la mano y un beso en la mejilla; lo cual representó nuestro primer choque cultural, mi primera lección acerca de las costumbres de ese país: en Suecia uno no saluda de beso a nadie... menos a la madre de tu novia el mismo día en que te la presentan.


Pero fue un choque cultural sin mayores consecuencias. Eva, la mamá se sonrojó un poco y Anna bromeó con ella al respecto mientras acariciaba y besaba a su perrita. Nos subimos al coche y nos fuimos a su casa. Recuerdo que me llamó mucho la atención que todos los coches sin excepción, se detenían cuando algún peatón se acercaba a la orilla de la acera con la intención de cruzar la calle. También que todo estuviera tan limpio, tan ordenado; y que muchas casas tuvieran una bandera sueca colgando junto a la puerta de entrada sin que hubiera una fiesta nacional.


Llegamos a una casa de madera, en un barrio donde sólo había casas de madera rodeadas por amplios jardines. Los edificios se habían quedado atrás, en el centro de la ciudad. Entramos a la casa y siguiendo las costumbres del país, nos quitamos los zapatos y los dejamos junto a la puerta de la entrada. Eva me presentó con Björn, el papá de Anna. Entonces yo no sabía nada de sueco, ni ellos de español, así que nos entendimos en inglés. Platicamos un rato, nos tomamos una cerveza y luego, Anna y yo, fuimos a su habitación.


Eva y Björn habían cambiado la cama individual de Anna, por una matrimonial. Y como hasta entonces, Anna y yo, sólo nos habíamos acostado juntos en camas individuales; sin pensarlo dos veces, dedicamos las siguientes dos horas a disfrutar de su cama nueva. Mientras tanto Eva preparó la comida, Björn sacó a pasear a Ronja; luego Eva se puso a tejer y Björn leyó el periódico. Ya cansados y satisfechos, Anna y yo nos metimos a bañar.