Emigrante Veracruzano

Espacio abierto al diálogo entre las veracruzanas y veracruzanos que viven en otro Estado de la República, en otro país o en una ciudad que no es su lugar de origen dentro del mismo Estado de Veracruz. Espacio igualmente abierto para los familiares que esperan el regreso de los que emigraron y académicos estudiosos del fenónemo de la migración entre los veracruzanos.

viernes, septiembre 29, 2006

Mi yo latinoamericano

Ayer en la noche llegué a Aranjuez para ver a mi primo. No estaba y me fui a un locutorio que está cerca de su casa. Un locutorio es un sitio donde puedes alquilar computadoras con acceso a Internet, donde hay cabinas telefónicas. Ahí me encontré con una flota de ecuatorianos y peruanos chambeadores que estaban cheleando. Poco a poco me uní al cotorreo.

Después de bajarnos varias caguamas jalamos a casa de un compa de ellos. Al llegar a casa del compañero fue como haberme ido de España, por la decoración, los rostros morenos y ecuatorianos de la familia, la música de las voces de todos nosotros, las chelas, el aguardiente colombiano, las fotografías de familia colgadas de las paredes, las fotos de su boda en Ecuador, las fotos de sus papás, las fotos de sus hijos.

La bachata, la salsa, la cumbia, el merengue y el regueton acompañaban nuestras conversaciones. Y aunque había una mayoría ecuatoriana, entrar a casa del compa fue como haberse transportado un indefinido territorio latinoamericano. Ahí estábamos, tomando caguamas, tomando todos de la misma botella, tomando todos aguardiente del único caballito que había en la casa.

La flota por supuesto siguiendo las enseñanzas de Diosito nuestro señor, "cabuleense los unos a los otros como yo me los cabuleo a diario". Hablando de fútbol, de que a quien le pega su vieja por llegar tarde, de que quien es papá de quien... y al final parece todo una gran familia incestuosa, todos son hijos de todos y todos son papá de todos.

Para cerrar la noche nos fuimos al club "¿No que no?". Allá fue encontrarse con más peruanos, ecuatorianos, colombianos y chilenos, además de españoles claro. Al ritmo de salsa y cumbia me pasé un buen rato, pero como mi cuerpecito estaba ya tan cansado, me fui a casa de mi primo a dormir. Estaba contento. Durante algunas horas me había ido de viaje, me había descubierto medio ecuatoriano, medio peruano, medio colombiano; muy mexicano, muy latinoamericano.


1 Comments:

At 12:01 p.m., Blogger Alma said...

AY hasta a mi se me antojó eso de la rumba... digo a veces darse una escapadita es tan bonito.

Fiesta, fiesta..

 

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