Tortillas, picadas y molotes

La primera vez que traté de hacer tortillas estaba en Madrid y de eso hace ya unos seis años. Recién había descubierto que en el Corte Inglés vendían MASECA. De pronto un día decidí comprarme un kilo y tratar de fabricarme unas tortillas… unas picadas…o unos molotes. Mi experiencia práctica era casi nula; sólo una vez había ayudado a Claudia a aplastar las bolitas de masa con la prensa… Aunque mi experiencia como observador era mayor… Entonces, leí las instrucciones y me puse manos a la obra echando mano de mis recuerdos: vi a muchas señoras echando tortillas o preparando molotes y picadas… me vi junto a muchos puestos de fritangas, esperando a que las doñas tuvieran lista mi orden… en mi memoria las observé de nuevo, amasando la sustancia, cogiendo un poco de masa con los dedos, haciéndolo bolita entre sus manos, poniendo la bolita sobre un plástico, transformándola en tortilla con la prensa…

La primera producción me salió bastante dispareja. Sin querer hice varias tortillas cuadradas, unas quedan muy gordas y otras muy flacas, unas quedaban como tortilla de taquería y otras como tortilla árabe… y muchas veces la masa se pegaba en la sartén, porque por supuesto no tenía un comal…tenía que usar lo que había a mi alcance...

Ya con el tiempo y la práctica, me fueron saliendo mejor las tortillas, las picadas y los molotes… ya después de la tercera vez ni siquiera miraba las instrucciones del paquete de harina, lo que persiste hasta el día de hoy, es que siempre que me pongo a echar tortillas, desfilan por mi mente las imágenes de mis maestras, las doñas que a lo largo de mi vida he observado transformar montones de masa, en montones tortillas, picadas y molotes.