Emigrante Veracruzano

Espacio abierto al diálogo entre las veracruzanas y veracruzanos que viven en otro Estado de la República, en otro país o en una ciudad que no es su lugar de origen dentro del mismo Estado de Veracruz. Espacio igualmente abierto para los familiares que esperan el regreso de los que emigraron y académicos estudiosos del fenónemo de la migración entre los veracruzanos.

sábado, mayo 27, 2006

Otros mundos son posibles

Valeria, la maestra, nos presentó la película. La vimos, la comentamos, la comparamos con otras películas italianas de la época y luego de casi cuatro horas, terminó la clase. Había llegado la hora de una pausa. Pacho, un estudiante colombiano, y yo seguimos hablando de cine camino de la Facultad de Filosofía y Letras, que estaba a cien metros del edificio donde tomábamos clase.

Primero iríamos a ver a un maestro a su despacho y luego, a comer algo. Entramos al edificio de la Facultad y enseguida nos dimos cuenta de que estaba pasando algo fuera de lo común. Los pasillos estaban repletos de gente y había tramos donde era casi imposible caminar. Una densa nube de humo flotaba sobre el mar de cabezas. Había grupos de jóvenes conversando en casi todos los rincones y se respiraba un aire festivo, además de un fuerte olor a marihuana.

Entre los grupos de estudiantes había punketos, rastas, greñudos metaleros, darketos, fresas y jipiosos. Pero a pesar de sus diferencias estilísticas, su actitud desenfadada y festiva era la misma. Todo era buen humor, sonrisas, cantos, conversaciones. Botellas de cerveza de litro pasaban de unas manos a otras, de una boca a otra. Con los cigarrillos ocurría lo mismo, dos tres caladas y rolaba hasta consumirse; entonces aparecía otro, se encendía, se fumaba, una nubecita de humo se expulsaba y el cigarro cambiaba de mano.