Emigrante Veracruzano

Espacio abierto al diálogo entre las veracruzanas y veracruzanos que viven en otro Estado de la República, en otro país o en una ciudad que no es su lugar de origen dentro del mismo Estado de Veracruz. Espacio igualmente abierto para los familiares que esperan el regreso de los que emigraron y académicos estudiosos del fenónemo de la migración entre los veracruzanos.

martes, enero 02, 2007

Naranjas y limas, limas y limones


Desde el 16 de diciembre no escribía nada acerca de mi experiencia como emigrante retornando. Las experiencias, sensaciones y actividades han sido tantas y tan intensas, que no he podido detenerme, respirar profundo y articular oraciones coherentes que reflejen todo lo que este viaje está suponiendo en mi vida. Ahora, a unos minutos de que se extinga el primer día de enero, aún digiriendo el recalentado de la cena de Año Nuevo, me encuentro solo en casa, tranquilo, contento, con ganas de contarles lo feliz que soy… escuchando un disco de Fobia que hacía años no escuchaba.

Llegué ya hace dos semanas al DF, allá en una fiesta me presentaron con un chavo que además de llamarse como yo, era originario del Puerto de Veracruz... pero lleva ya varios años viviendo en la Ciudad de México. A pocos días de que las posadas empezaran, de pronto Rodrigo y yo, comenzamos a platicar acerca de la costumbre de cantar la Rama, y entonamos unas estrofas: “Naranjas y limas, limas y limones, más linda es la virgen, que todas las flores”.

Yo recordé que cuando estaba en la prepa, participé tocando la guitarra y cantando, en un concurso interescolar de Ramas. Compré uniforme en el mercado Jáuregui, un traje de manta y un paliacate rojo. Ensayamos mucho y llegó a sonar muy padre. Éramos varias guitarras, un tololoche, uno o varios panderos y un montón de voces. Nos presentamos en el foro de Los Lagos, en Xalapa. Ya no recuerdo en que lugar quedó mi escuela, pero yo me la pasé muy bien siendo parte del coro, tocando la guitarra, compartiendo con mis compañeros y algunas amigas el ambiente navideño de Xalapa, entonando: “En un portalito de cal y de arena, nació Jesucristo por la noche buena. A la media noche un gallo cantó y en su canto dijo, ya Cristo nació

Recordé también aquellas navidades en el norte de Suecia, sin Rama, sin ponche, sin caña ni tejocotes. Recordé esas navidades del norte del mundo, tan lindas y blancas, al calor de la chimenea. Navidades de corazón dividido.