Por fin, me voy
Una gota de agua recorre la superficie del cancel del baño. Yo observo la libre trayectoria de la gota mientras el agua caliente cae sobre mi cuerpo. El espejo está empañado, al igual que la puerta y las paredes de la regadera. Ya me enjuagué el pelo, ya estoy limpio, pero me quedo unos instantes disfrutando del baño. Las últimas dos semanas han sido una locura. Tensión y prisas en cantidades bestiales. Conclusión de proyectos y prospecciones para una vida nueva.
Respiro profundo y cierro la llave. Me envuelvo con una toalla y me brota una sonrisa. Me hace muy feliz imaginarme viendo el box en la televisión con mi papá. Esa imagen feliz trae consigo otra. Me veo comiendo un domingo cualquiera con mi abuela, mi mamá, mi tía, mis primos y mi hermano. Me siento relajado, no percibo tensión alguna en mis músculos, inhalo y exhalo con profundidad, soy una gran sonrisa, desnudo y medio mojado.
En un rato tomaré un taxi que me lleve al aeropuerto. Por fin, después de seis años y medio vuelvo a México para quedarme y plantar mis raíces. Pero la felicidad que me produce el regreso, se ve ligeramente empañada por la amargura que encierran las despedidas. Pienso que ya no veré más a Laurits, que ha sido mi compañero, amigo y maestro durante mi aventura como vendedor en España. Ya no veré más a Pelle, mi amigo, mi jefe, mi hermano. Pienso en mi primo… ya me había acostumbrado a verlo con frecuencia. Ahora yo me voy y el se queda. Afortunadamente en estos días contamos con el Messenger, con skype, con este blog. Estamos lejos, pero ya no tanto.
Respiro profundo y cierro la llave. Me envuelvo con una toalla y me brota una sonrisa. Me hace muy feliz imaginarme viendo el box en la televisión con mi papá. Esa imagen feliz trae consigo otra. Me veo comiendo un domingo cualquiera con mi abuela, mi mamá, mi tía, mis primos y mi hermano. Me siento relajado, no percibo tensión alguna en mis músculos, inhalo y exhalo con profundidad, soy una gran sonrisa, desnudo y medio mojado.
En un rato tomaré un taxi que me lleve al aeropuerto. Por fin, después de seis años y medio vuelvo a México para quedarme y plantar mis raíces. Pero la felicidad que me produce el regreso, se ve ligeramente empañada por la amargura que encierran las despedidas. Pienso que ya no veré más a Laurits, que ha sido mi compañero, amigo y maestro durante mi aventura como vendedor en España. Ya no veré más a Pelle, mi amigo, mi jefe, mi hermano. Pienso en mi primo… ya me había acostumbrado a verlo con frecuencia. Ahora yo me voy y el se queda. Afortunadamente en estos días contamos con el Messenger, con skype, con este blog. Estamos lejos, pero ya no tanto.
3 Comments:
pues mucha suerte en México! que todo salga como lo tienes planeado.
Saludos!
Bienvenido!!!!!!!!
Mucha suerte, que viva México!!!!
Muchas gracias por los buenos deseos. Ya les iré contando como se van dando las cosas. Será muy interesante el proceso de readaptación, pues ya no soy el que se fue hace seis años y medio. Sólo es cuestión de tiempo, las ganas ya las traigo.
Publicar un comentario
<< Home