Emigrante Veracruzano

Espacio abierto al diálogo entre las veracruzanas y veracruzanos que viven en otro Estado de la República, en otro país o en una ciudad que no es su lugar de origen dentro del mismo Estado de Veracruz. Espacio igualmente abierto para los familiares que esperan el regreso de los que emigraron y académicos estudiosos del fenónemo de la migración entre los veracruzanos.

domingo, marzo 25, 2007

Corazón emigrante 2

Pero quienes están allá, en otro país, ¿realmente saben por qué están lejos? ¿es sólo un motivo o son dos, tres, cuatro o más por los que un día tomaron la decisión de emigrar? ¿cómo la están pasando? Ustedes, quienes emigran, tienen sus respuestas y nosotros, los que nos quedamos, construimos las propias, y no sé que tan cerca o lejos estén de las verdaderas razones.

Hoy fue un día en el que aprendí más allá de lo que se aprende dentro de un aula escolar. Los alumnos de este grupo me enseñaron con sus comentarios y sus escritos que cada hombre y cada mujer que emigra no lo hace en soledad sino que se lleva arrastrando a otros integrantes de su familia y demás personas: los que acá nos quedamos también emigramos porque una parte o todo nuestro corazón se va con ustedes.

Los datos estadísticos están equivocados, tendrían que precisar que por cada persona que emigra hay “X” número de corazones emigrantes que los acompañamos. Aunque seguimos viviendo en nuestro país de origen también somos emigrantes involuntarios.

Quiero compartirles a ustedes el por qué me “enganché” con este tema. Yo también estoy viviendo dos ausencias: Mi “sobrino adoptivo” y mi hermano mayor.

Mi sobrino radica en España. Soy amiga de su mamá y en este diciembre del 2006 que vino a Xalapa se dio cuenta que su mamá y yo convivimos, reímos, lloramos, queremos y nos acompañamos como verdaderas hermanas, fue entonces que me entregó el título de “Tía” y lo recibí con mucho cariño para dejarme adoptar como “su tía”.

Mi sobrino me enseñó “algunas estrategias para volar”. En un video titulado así, cuenta todo lo que hace para “conectarse” con su país, estado, ciudad, familia, gustos, recuerdos, comida, etc. Estar allá y estar acá. Yo le preguntaría a él ¿conoces las estrategias que diseñamos quienes nos quedamos acá para “conectarnos” con ustedes? Este viaje es de ida y vuelta.

La otra ausencia es mi hermano. Hace veinte años emigró a Estados Unidos, nunca le he dicho todo lo que sufrí cuando se fue, que lo extraño, que me hace falta y que me gustaría darle un abrazote muy fuerte. Durante este tiempo, él ha venido en tres ocasiones a Xalapa. Nos hablamos por teléfono en fechas importantes para la familia. Allá se casó y sólo conozco a su esposa en fotografías que ha enviado. Las últimas fotos que mandó me impresionaron bastante puesto que lo ví muy cambiado y muy viejo.

A mí me gustaría que pudiéramos sentarnos a platicar y juntos recordáramos aquellas tardes en que jugábamos a “ver Guadalajara de noche” o “a las guerritas”. Cada vez que me como una mandarina y en mis manos queda el zumo de la cáscara recuerdo las tantas veces que caí en la trampa cuando mi hermano me preguntaba ¿quieres ver Guadalajara de noche? y…. ándale… exprimía ese zumo en mis ojos… o cuando jugábamos “a las guerritas” que consistía en bombardearnos, apoyados de una liga, con pedazos de cáscara de mandarina y que mamá salía a regañarnos porque hacíamos mucho ruido, o bien, porque habíamos ensuciado el patio. ¡Ah qué tiempos aquellos cuando todo era juego! Ojalá un día podamos hacerlo.

Nunca he viajado al extranjero pero tengo un corazón emigrante: Mi corazón está en Estados Unidos y en España.

Hoy como siempre aprendí más de lo que enseñé.
Guillermina Ortíz Pozos