Emigrante Veracruzano

Espacio abierto al diálogo entre las veracruzanas y veracruzanos que viven en otro Estado de la República, en otro país o en una ciudad que no es su lugar de origen dentro del mismo Estado de Veracruz. Espacio igualmente abierto para los familiares que esperan el regreso de los que emigraron y académicos estudiosos del fenónemo de la migración entre los veracruzanos.

lunes, marzo 26, 2007

La espera de Antonio

La gente que camina de un lado a otro por unos largos pasillos bien iluminados. Los hay barbones, rasurados, con y sin corbata, con y sin velo cubriendoles el pelo, rubios, morenos, negros, amarillos, altos, chaparros. Todos se conducen en diferentes idiomas y a lo lejos, descrifrar lo que dicen resulta imposible. Vuelvo a encontrarme en un aeropuerto. Esta vez me ha tocado transbordar en el aeropuerto de Amsterdam. Nunca habia estado aqui, pero casi me resulta familiar... sera porque todos los aeropuertos del norte de Europa se parecen?

Debe ser. Todo en orden, todo sobrio, todo en silencio... me parece a mi, como mexicano, claro.

En el vuelo de Amsterdam a Estocolmo me fui sentado al lado de Antonio, un boliviano que venia a Suecia a visitar a un amigo de la infancia... que emigro de Bolivia hace cuarenta anhos (escribire como en portugues porque las computadoras aqui no tienen acento y tampoco hay sobreritos para las enes). Antonio no habla ingles y yo lo ayudo a comunicarse con las azafatas: coca cola... cafe... yo me tomo un jugo de naranja y te... Antonio aparenta sesenta anhos, pero me dice que tiene cincuenta y dos... me dice: en bolivia la gente no vive mucho, el trabajo es muy duro... por eso morimos jovenes...

Hablamos de futbol, de la Copa Libertadores... el vio el partido en el que el equipo boliviano le gano al Toluca... y luego me conto que vivio cinco anhos en Nueva York... que nunca alcanzo el suenho americano: trabajaba por tres dolares cincuenta la hora, cuando lo normal era que se ganaran cinco cincuenta... ganas mucho, pero gastas mucho... Donde trabajaba solamente habia latinoamericanos... asi que nunca tuvo la necesidad de aprender ingles...

He vuelto a cruzar Europa de sur a norte. Llego a Estocolmo y el aeropuerto me parece aun mas silencioso que el de Amsterdam... hace frio, me pongo mi chamarra. Antonio busca con la mirada a su amigo, no lo encuentra, me dice: lleva cuarenta anhos aca pero lo latino no se le quita, sigue siendo impuntual. Yo vuelvo a ser su interprete, vamos a una casa de cambio, saca algunos dolares y recibe coronas. Luego vamos a un kiosko y compra una tarjeta de telefono... le llama a su amigo... no contesta... su celular esta apagado o fuera del area de servicio...

Me pase como una hora con Antonio y su amigo no aparecia. Le dije que queria venir a las computadoras, nos deseamos un feliz futuro. Reviso mi correo... pero desde aqui puedo ver a Antonio... ahi sigue, esperando... estoy aqui, pero tambien con Antonio... deseo que su amigo llegue pronto... mi tren a Umeå sale dentro de un rato y me da pendiente que se quede aca, solo, sin que su amigo aparezca...

Mientras chateo con mi hermano que esta en Veracruz... esperando a que mi primo, que es de Fortin de las Flores, salga del trabajo para irse a comer juntos... chale... los extranho...